top of page

Que un hombre escriba un cuento y compruebe que éste se desarrolla contra sus intenciones; que los personajes no obren como él quería; que ocurran hechos no previstos por él y que se acerque una catástrofe que él trate, en vano, de eludir. Ese cuento podría prefigurar su propio destino y uno de los personajes es él.

Son las palabras que inducen a un escritor novel a desafiar al destino. Para su consternación, lo que escribe en su diario de viaje, va realizándose al pie de la letra, para su desgracia.

El artista es como el niño a quien todo se le concede. Incluso sus caprichos más insensatos se pueden convertir en realidad. Sus locuras, sus desatinos, hacen soñar al rebaño, lo sustraen al lodo de la cotidianidad, revelándole la chispa estelar que desde el fondo de los tiempos hace fulgurar la vida.

 

Jorge Guaneme (2001)

 

La trampa del deseo

24.000,00$Precio
    bottom of page